Una ceremonia religiosa está estructurada básicamente en doce momentos, reduciéndose el número prácticamente a la mitad en las bodas civiles. A continuación os explicamos en qué consisten y la música idónea para cada uno de ellos.
Entrada del novio
Los invitados van llegando a la Iglesia y colocándose en los bancos. De acuerdo al protocolo los familiares de la novia deben colocarse en el lado izquierdo según se mira al altar. Para facilitar esta recepción de los invitados, en el caso de bodas con muchos asistentes, es recomendable reservar los 3 ó 4 primeros bancos con un cartel de reservado.
Se acerca el primer momento emotivo de la ceremonia. El novio y la madrina entran del brazo y caminan hacia el altar, en donde les espera el sacerdote.
Música instrumental o vocal ameniza ésta recepción de invitados, novio y madrina, creando un ambiente de tranquilidad en espera de la novia. Suele interpretarse una pieza que le guste especialmente al novio, protagonista en este momento. Dado que aún no se ha iniciado la ceremonia religiosa, es posible elegir piezas no religiosas, de estilo pop, bandas sonoras de cine, góspel.
Entrada de la novia
Uno de los momentos más esperados de la boda es la entrada de la novia, que brillará con luz propia al entrar a la Iglesia. Acompañada del padrino, todos los invitados admirarán lo radiante y hermosa que está la novia mientras se dirigen camino al altar.
La música irá guiando los pasos de novia y padrino, por lo que se recomienda la selección de una pieza con la que la novia se encuentre a gusto para realizar la entrada.
Aleluya
¡Aleluya! o lo que es lo mismo ¡Todo el honor a Él que es!. Con esta expresión se alaba a Dios en el cielo, con gozo y alegría.
El Aleluya se canta tras las lecturas y el salmo responsorial, previo a la lectura del Santo Evangelio.El Aleluya se canta tras las lecturas y el salmo responsorial, previo a la lectura del Santo Evangelio.
Se recomienda interpretar un «Aleluya» cantado al ser una pieza solemne y de alabanza, que prepara a la asamblea para escuchar la Palabra de Dios.
Rito del matrimonio
Llegó el gran momento, el rito del matrimonio, después del cual el novio y la novia pasarán a ser marido y mujer. Primero (monición y escrutinio) se pregunta a los novios si comparecen libre y voluntariamente, si serán fieles el uno al otro y si aceptarán tener hijos y educarlos de acuerdo a los cánones de la Iglesia Católica.
Llegó el gran momento, el rito del matrimonio, después del cual el novio y la novia pasarán a ser marido y mujer. Primero (monición y escrutinio) se pregunta a los novios si comparecen libre y voluntariamente, si serán fieles el uno al otro y si aceptarán tener hijos y educarlos de acuerdo a los cánones de la Iglesia Católica.
Tras el consentimiento suele interpretarse una pieza musical corta, alegre y romántica, que simbolice la alegría y amor que sienten los recién casados.
Anillos y Arras
Los anillos o alianzas son el símbolo por excelencia del matrimonio. Primero el novio y luego la novia colocan la alianza en el dedo anular de su pareja. Se dice que el dedo anular está conectado al corazón por medio de una vena que los comunica, conociéndose esta vena como la «vena del amor».
La entrega de las arras simboliza el intercambio de los bienes que ambos cónyuges van a compartir. Son 13, y pasan de las manos del novio a las de la novia, y vuelven a las de él.
En este momentos el sacerdote bendice los anillos y arras, y los novios se hacen entrega de los mismos pronunciando palabras de compromiso, por lo que la música más apropiada es una pieza instrumental interpretada ‘piano’, a bajo volumen, para crear el ambiente propicio de escucha a los contrayentes.
El sacerdote bendice después después el matrimonio que acaba de oficiarse.
Ofertorio
El Ofertorio es el momento de la Misa en la que se presentan a Dios las especies -el pan y el vino- que se van a ofrecer a modo de sacrificio en la Eucaristía.
La Virgen María es Mediadora entre Dios y los hombres, en cuanto que Ella presenta a su Hijo los bienes y súplicas de nosotros a Dios y, a la vez, transmite la vida divina que se nos ofrece en Cristo Jesús. Por ello, la mejor forma de alabar al Señor es interpretando un Ave María. Esta música conseguirá crear un clima de serenidad y oración en los novios e invitados que les preparará para la comunión con Jesús.
Santo
Momento de alabanza al Señor, expresando con fuerza y pasión la verdad de la suprema santidad de Dios. En ocasiones el sacerdote prefiere rezar el Santo en vez de cantarlo para que participe toda la asamblea diciendo: «Santo, Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de Tu gloria. ¡Hossana en el cielo! Bendito el que viene en nombre del Señor. ¡Hossana en el cielo!.
Paz
La paz es un rito específico de la eucaristía con el que la Iglesia implora la paz y la unidad para sí misma y para toda la familia humana, y los fieles expresan la comunión eclesial y la mutua caridad, que prepara a recibir la sagrada Comunión. El gesto es introducido por una oración que el sacerdote reza en voz alta: Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: La paz os dejo, mi paz os doy…Daos fraternalmente la paz”. Este deseo de paz recuerda el saludo de Cristo resucitado: “Paz a vosotros” y expresa que la paz es, en primer lugar, la paz que Cristo nos da, fundamento de aquella otra paz que deseamos exista entre los fieles y en toda la familia humana. El sacerdote dará primero la paz a los novios, quienes se la darán después entre sí y a los familiares más cercanos. Se aconseja que los invitados se den la paz entre los que estén más cerca sentados evitando desplazarse en la Iglesia. La pieza musical a interpretar será de corta duración dado que la paz es un momento breve de la eucaristía, pudiendo ser instrumental o cantando un “Dona nobis pacem” (“Danos la paz”).
Comunión
La Comunión o Eucaristía es la consagración del pan en el Cuerpo de Cristo y del vino en su Sangre que renueva mística y sacramentalmente el sacrificio de Jesucristo en la Cruz. La institución de la Eucaristía, tuvo lugar durante la última cena pascual que celebró Jesús con sus discípulos. El encuentro con Cristo Eucaristía es una experiencia personal e íntima, y que supone el encuentro pleno de dos que se aman, de ahí que se llame también «comunión» («común-unión»).
La eucaristía en una boda es aún más especial al tener a la persona amada junto a ti. Primero comulgan los novios y luego los invitados que así lo deseen.
Suele interpretarse una música tranquila, de carácter religioso sobre el Cuerpo de Cristo, que favorezca la oración interior.
Bendición
Este acto pone fin a la misa ya que después se pasará a la firma del acta matrimonial por parte de los testigos.
El sacerdote da la Bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, y pide para la ayuda de Dios para todos los que han formado parte de la eucaristía, especialmente para los nuevos recién casados. ¿Y qué mejor alabanza a Dios que bendecir a su Madre con un canto?
Firmas y Fotos
Las firmas es el momento más legal de la ceremonia, ya que mediante la firma del acta matrimonial por los testigos, se convalida el matrimonio religioso con el matrimonio civil, testimoniando que el acto del matrimonio se ha realizado.
Se puede firmar el acta directamente sobre el altar, o entrando al despacho parroquial, según indique el sacerdote.
Una vez firmado el acta matrimonial, se suele dejar un tiempo para que los novios se hagan fotos, delante del altar o de alguna imagen de la Virgen que veneren, junto con sus invitados. Es normal hacerse varias fotos: primeros solos, luego con la familia más cercana de la novia, del novio, todos juntos,…
Dado que la ceremonia religiosa ya ha finalizado, durante las firmas y fotos es posible interpretar piezas de cualquier estilo: pop, banda sonora de cine, religiosa, góspel,… Es un momento ideal para que los novios escuchen aquella pieza que tanto les gustó de una película, o aquella otra que sonaba cuando se conocieron.
Se interpretarán al menos 2 piezas, una durante las firmas, y otra mientras se hacen las fotos.
Salida de los novios
Una vez terminada la ceremonia, el sacerdote suele recomendar que los invitados vayan saliendo mientras en silencio de la Iglesia y esperen fuera la salida de los recién casados para recibirles con flores, confetti, arroz,… ¡Vivan los novios!
Suele interpretarse una pieza o bien solemne, para que acompañe a los novios durante su salida de la Iglesia, o bien alegre y festiva, celebrando los novios que están recién casados y continúa la fiesta y celebración en su gran día.
Liripopmanía 